
TARDES DE DOMINGO I
Tardes de domingo,
siempre certeras conmigo,
encontráis vuestro camino y compañía,
acariciáis mis pasos y mi estancia
hacia nuevos derroteros que investigo,
me decís que calle la palabra,
ni escucho ni hago caso,
las guardo todas en mí o se dibujan
a cada tranco que doy
en las notas de una libreta
de tapas negras.
Es primavera y el verdor exuberante
me envuelve y camina justo a mi lado,
en esta tarde que pardea,
mil aromas de fragancias
que parecen ser de invernadero
embriagan mis sentidos.
Tardes taciturnas que transito
sin saber cuál es mi destino.
Me vienen a mi juicio
dudas del momento, siquiera del instante
que me negaste o quise así creerlo
o quizá ni me prestas atención
total, ¿quién soy para lograr tal mérito?
Todo se hace lívido
en la huida del sol hacia el descanso,
así me lo parece
a pesar del gris ocre de la tarde.
Hallo la respuesta en tu imagen
imaginada y deseada en cada anhelo
todo en uno, apariencia y empeño
se agolpan en mi entendimiento
y me deleito cuando ambas conjeturas
trenzan una historia imposible.
Tardes de domingo que dejáis
un regusto de melancolía
y os abrazo y atraigo sobre mí
de creer en desespero
que sois lo único pues
que considero.
siempre certeras conmigo,
encontráis vuestro camino y compañía,
acariciáis mis pasos y mi estancia
hacia nuevos derroteros que investigo,
me decís que calle la palabra,
ni escucho ni hago caso,
las guardo todas en mí o se dibujan
a cada tranco que doy
en las notas de una libreta
de tapas negras.
Es primavera y el verdor exuberante
me envuelve y camina justo a mi lado,
en esta tarde que pardea,
mil aromas de fragancias
que parecen ser de invernadero
embriagan mis sentidos.
Tardes taciturnas que transito
sin saber cuál es mi destino.
Me vienen a mi juicio
dudas del momento, siquiera del instante
que me negaste o quise así creerlo
o quizá ni me prestas atención
total, ¿quién soy para lograr tal mérito?
Todo se hace lívido
en la huida del sol hacia el descanso,
así me lo parece
a pesar del gris ocre de la tarde.
Hallo la respuesta en tu imagen
imaginada y deseada en cada anhelo
todo en uno, apariencia y empeño
se agolpan en mi entendimiento
y me deleito cuando ambas conjeturas
trenzan una historia imposible.
Tardes de domingo que dejáis
un regusto de melancolía
y os abrazo y atraigo sobre mí
de creer en desespero
que sois lo único pues
que considero.
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