SALVA - LANDER

PENSAMIENTOS, LAS IDAS Y VENIDAS DEL TIEMPO, LOS RECUERDOS, LA AÑORANZA, LO QUE FUE Y NO FUE, LO QUE NUNCA HA SIDO.















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lunes, 13 de enero de 2014

















Foto: Joaquín Sanz

JOSÉ BLESA MACIPE
(In memoriam)


Has callado discreto,
como ha sido aquí tu paso,
en silencio has emprendido el viaje,
éste, evidente, más remoto.
Con nosotros permanece tu memoria
quehacer diario de años de trabajo,
de prudencia llevada al infinito,
de opinión forjada en la experiencia.
Tus manos callosas de mil soles
que calentaron impasibles a tu dorso
en secuencias de vida y de faena
hoy se recogen y escudriñan otros territorios.
Tu mirada serena,
tu palabra mesurada,
tu ocurrencia precisa,
tu ejemplo cotidiano
se nos hacen permanente compañía
entretanto acometes tu nueva travesía.
Déjame traerte a mi recuerdo,
portar conmigo tu imagen respetable,
sentirte como siempre tan cercano,
aprender de ti y tus vivencias
que he visto muchas veces reflejadas
en tu dicho, en ocasiones, cargado de ironía,
sin embargo invariablemente
completo de sapiencia.
Gracias, José, por estos años
que percibí cercana tu presencia.
Gracias por tu acción de una vida
que me han dejado huella,
la impronta de tu tiempo.
Gracias, José y buen camino
que el recorrido sea llevadero
              
Salva, diciembre de 2013

sábado, 23 de marzo de 2013

El silencio discurre entre tus labios


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

El silencio discurre entre tus labios

me llama con suaves susurros

que quiero hacer míos.

Me acerco y gozo en tu mirada.

 

Nada dices

pero enciendes mi alma

calmando mi sed con olas de fuego.

 

Das alas a los sueños,

que vuelan ligeros por tu pelo.

 

Mis dedos quieren escuchar

cada hebra de cabello

que vuelen indómitas,

que buscan mi mano,

que encuentran la tuya,

que observan cercana,

que sienten las llamas

a paso lento.

 

Va destilando la mañana

abriendo en mi pecho

una realidad desarmada.

 

El fuego de tu recuerdo

se lo quedó la madrugada.

Océano albeo

que en su arrullo me evoca

nuestro abrazo eterno,

nuestros labios en brasas,

el rozar de mis dedos,

los placeres ya idos,

tu torso, y mi cuerpo.

 

La noche termina,

nos abraza el silencio…

 

Que vuelva la noche con sus demonios

que prefiero lidiarlos y estar contigo,

que vivir en la luz sin tu abrigo.

 

Todo torna calmo

amable y callado

miradas partícipes de igual sentimiento.

 

Sostengo tu mano,

tierno y delicado,

a tu talle, esperanza de amor, yo me acerco,

me acerco, me acerco.

 

El éxtasis del momento

paraliza mi cuerpo,

todo se vuelve un desierto

y tú una fina lluvia que humedece

poco a poco mi aliento

de espera en tu ansiada boca,

de tus labios llenos de rocío,

de tu cuerpo asido fuertemente al mío,

de amor ferviente de clamor inconfeso,

de estruendosos sigilos, apetecibles anhelos,

de mirada olvidada, de calladas respuestas.

 

¡Qué frío se hace en mí tu lejanía!

¡Qué aflicción sentirte tan remota!

¿Dónde te encuentras que nada me hablas?

 

Si no estás la locura se sienta a mi lado

el terror reta mi mirada

la soledad alimenta mi vida.

 

Vuelve pronto a mí

para que el silencio,

que en tus labios discurre,

vuelva a ser

idioma de mi corazón.

 

 

domingo, 27 de enero de 2013

JOSÉ ANTONIO BLESA


MAESTRO

He gozado contigo y a tu lado

atrapando de ti parte de la huella

que en otros, de amor lleno, has dejado.

Me has permitido tomar, siempre, junto a ti:

tu sonrisa socarrona,

tu humor dulzón de irónica alegría,

tu compromiso diario,

tu fuerza de junco mecido por vientos no siempre de bonanza,

tu opinión continua, apacible y mansa,

tu silencio prolongado que tanto habla,

tu presencia próxima en permanente ayuda.

 

Te dirán algunos que terminas

siendo más bien al contrario,

tú como yo lo adviertes,

un punto de inicio,

un remanso de fuerza que te empuja

que buscaré, espero, a tu lado.

 

Luz del faro de elección tomada,

caminos abiertos

de múltiples bifurcaciones,

elección del hoy y olvido del mañana.

Búsqueda persistente de saber,

en ese camino aprendí de ti,

en todo caso percibo que en su sola busca

es donde puedo hallarlo.

Allí donde resultó fácil descubrirlo

tanto para el que daba como aquel que recibía.

 

Déjame andar contigo estas últimas jornadas

por esas aún ignotas veredas

con pasos para mí inciertos,

pues largo espero sea contigo el recorrido.

Sentir a cada instante tu aliento, compañero,

tu habla sosegada,

tu mano firme,

tu consejo apacible camarada,

tu incondicional calor,

tu seguridad maestro

tu amistad amigo.





domingo, 28 de octubre de 2012



 


ROSA

 
Nada pudo ser  inmenso

como fueron esos ojos de miel tan dulce

que atienden a la mano que sabe tomarte.

Te dejas llevar suavemente;

las respuestas son torpes,

equívocas y a nada te llevan.

Sólo puedo acompañarte desde la distancia,

desde entonces

¿recuerdas?

que te tuve al lado, eras niña,

tú me respondías…

Llamadas que a veces yo no oía.

Sonrisa amplia que te recorre aún pese al paso del tiempo,

lánguida mirada, a veces, que yo me pierdo en ella,

fuerza vital que de dentro surge.

Madre que cumples y vigorosa

levantas a quienes son tuyos

y junto a ti se agrandan.
 
Huracán que todo lo arrastra,

te tumba, y con él caes

sin embargo de nuevo te levantas.

Mil veces, mil veces mil.

Tus manos dibujan palabras de asentimiento

caricias ignotas que se buscan,

apenas encuentro, ni encontramos,

guardas recónditas,

importa recuperarlas, percatarse,

hacerlas mías.

Urdirlas, que las presienta, que las barrunte

que proceda a comprender

que parte a mí me pertenecen.
 
Que fueron mías las sonrisas,

que puedo precisar en mí esa mirada,

trasladar al tiempo y hacer de cada día

ese torbellino de fuerza que posees

parte mío y compartir contigo.

Que dulce, que tierno el advertir

que te siento próxima.
 
Sólo puedo acompañarte desde la distancia.

viernes, 15 de junio de 2012

MINERO DE ARIÑO










MINERO DE ARIÑO

Nacido entre negro y ocre,

así has crecido, así cada mañana miras,

así te olvidan, así te expulsan;

a ti minero

con las manos rotas, curtidas

en ásperas callosidades;

sin aire apenas que puedan

llenar ahora tus pulmones.

El carburo recorrió

sediento la vida de tu padre

y la de ti, con su olor de muerte

lo impregnó todo,

tu cuerpo seco de años sin luz

tu ropa negra como negro es

tu sustento de pico, de pala o de barrena.

Tú, ahora, con el martillo

o esos tiros que abren el alma

del tajo de tu sustento.

Otros lejos de ti piden tu final,

todos se irán. Tierra minera de Ariño

quieren dejar tu carbón abajo

olvidado por miles de años más.

Ni un paso atrás,

resistir es vencer

En tu lucha, hasta el final, estoy contigo.


domingo, 29 de abril de 2012

HOMENAJE A LA MUJER











Escultura de Joaquín Macipe

La aguadora
Vas por agua cada día
para saciar mi sed en ti, ¡mujer!
Madre de todo se hace en tu cintura
en ese cántaro de tanto sacrificio.
Acércamela libre hasta mis labios
que quiero beber un sorbo de la vida.
Ariño, 2012

miércoles, 4 de enero de 2012

PALABRAS PARA ANA














PALABRAS PARA ANA

Ya no puedes volver atrás,
el tiempo pasa indefectible,
te haces grande y creces,
no juegas con arrumacos,
ni mis caricias te dicen tanto…

Llorarás, no importa sigas sollozando,
lo que anhelaste eterno
se disipó en un instante,
apenas un segundo,
entonces yo te digo:

la vida pasa, cada minuto
se reconstruye virgen
a sí mismo inexorable
sigues viviendo.

Camina hacia adelante
marcando el horizonte
fijando el sutil sendero,
tu huella deja perfilada.

No pares, no te detengas.
 
Dirán al grito mil falsedades
mira, guarda para ti
o mejor no escuches.

Pronunciarán embustes
que conviene desoírlos.
Pisarán mil veces sobre ti,
tomarán tus palabras
harán suyas las que un día
tú dejaste escritas.

Sólo entonces acuérdate
las que yo te referí
pensando en ti
como ahora pienso.

Pasado un tiempo
lo evocarás callada y sola
a quien te escuche
junto a ti próxima
que fue memoria
evocación, todo pasado,
ya se cubrió de inadvertencia,
se escondió en el olvido.

Recuerda entonces
pensando en mí
lo que ahora digo
y dejo escrito.

Qué hermoso que es vivir,
atenazar entre tus dedos cada día
la brumosa luz del alba
ceñir la calidez de la tarde
sobre tu nuevo cuerpo.

Respirar hondo, determinar
que nada apareció,
que todo está por alcanzar
miles de metas en tu perspectiva.

Es entonces y solo entonces
acuérdate que te escribí
estas palabras que aquí te dejo
pensando en ti, sólo pensando en ti
como ahora pienso.