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TE TUVE TAN CERCA
Apenas afligidos los vientos del estío
voy en tu recuerdo perseguido,
aire de tiempo de mes de julio
inexistente de tanta espera de fuego y aura,
tú te alejas dejando en mí la huella,
como de juguete eres,
para mí calcomanía,
que dejas cierto siéndolo fingido,
deseo observar cetrino de matices
tu mirar callado tan intenso;
imprimir tu piel de canela la caricia
recorrer senderos ocres de humedades
en junglas apenas exploradas
de tu cuerpo, de tu imagen de sueño,
mil veces recorrido.
Te tuve tan cerca y no pude ni aún tañer
tu cuerpo de pasión enfebrecido,
escondido en laberinto de calles y de ruidos,
perdido entre cantos de sirena
y yo como Ulises solitario
amarrado al mástil de mi barco
vi pasar los días,
te sentí apenas una nota de roce imaginario,
oigo los cánticos que son de caramelo
en soniquete tenaz y obstinado
que me embebe, tu boca de deseo
calmar pueda mi sed desesperada,
todo calla, se agota el día,
el silencio de la noche viene a cubrirme
de nuevo en ti quiero conocerte.
¡Ay! qué placer si te hago mía.
Tú pareces lejana,
entro en sopor de nuevo inflamado.
¿Qué será esta calima que me puede?
Duermo.
¿Es sólo un sueño?
No hallo veredicto a mi penar.
De nuevo aguardo.
Perpetua cadena, quiero renunciar a ella,
a ti te espero.
Octubre 2009
Apenas afligidos los vientos del estío
voy en tu recuerdo perseguido,
aire de tiempo de mes de julio
inexistente de tanta espera de fuego y aura,
tú te alejas dejando en mí la huella,
como de juguete eres,
para mí calcomanía,
que dejas cierto siéndolo fingido,
deseo observar cetrino de matices
tu mirar callado tan intenso;
imprimir tu piel de canela la caricia
recorrer senderos ocres de humedades
en junglas apenas exploradas
de tu cuerpo, de tu imagen de sueño,
mil veces recorrido.
Te tuve tan cerca y no pude ni aún tañer
tu cuerpo de pasión enfebrecido,
escondido en laberinto de calles y de ruidos,
perdido entre cantos de sirena
y yo como Ulises solitario
amarrado al mástil de mi barco
vi pasar los días,
te sentí apenas una nota de roce imaginario,
oigo los cánticos que son de caramelo
en soniquete tenaz y obstinado
que me embebe, tu boca de deseo
calmar pueda mi sed desesperada,
todo calla, se agota el día,
el silencio de la noche viene a cubrirme
de nuevo en ti quiero conocerte.
¡Ay! qué placer si te hago mía.
Tú pareces lejana,
entro en sopor de nuevo inflamado.
¿Qué será esta calima que me puede?
Duermo.
¿Es sólo un sueño?
No hallo veredicto a mi penar.
De nuevo aguardo.
Perpetua cadena, quiero renunciar a ella,
a ti te espero.
Octubre 2009
