SALVA - LANDER

PENSAMIENTOS, LAS IDAS Y VENIDAS DEL TIEMPO, LOS RECUERDOS, LA AÑORANZA, LO QUE FUE Y NO FUE, LO QUE NUNCA HA SIDO.















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martes, 7 de julio de 2009

A TITO EN UN SONETO



A TITO EN UN SONETO


Te quiero y te encuentro lejos mi amigo,
en verso libre te siento venir,
tus trovos e historias me hacen vivir.
En arrebato llévame contigo

a ese Edén de odaliscas. Te sigo.
La locura dulce hazme sentir
y el placer sin límites quiero asir.
Compañero de alma dame tu abrigo.

Caminemos juntos esta jornada,
indica el sendero, marca el camino,
mi sentido abraza cada pisada
que dejas transcrita con muy buen tino;
mi corazón te sigue, ¡camarada!
casemos el paso en igual destino.

El tiempo discurre entre mis dedos...


www.mirandote.es
El tiempo discurre entre mis dedos
y me hace cosquillas infantiles,
son totales, como cuando era niño,
me van llenando con el sudor veraniego,
tal son cuando corría entre los árboles
en algazara de zagales,
en el jardín, junto a la calle del cuartel,
en donde impertérrito,
en su mano apoyado enhiesto el fusil,
un soldado amenazante
sostenía vestido en un color parduzco,
más tarde supe casi de náusea,
ahora tan poco adecuado,
yo corriendo desbocado,
invadido por aquella tierra
como el uniforme lleno de polvo.
Entonces ya soñaba…
Veía odaliscas que sólo
a mí me perseguían.
Y de pronto descubrí como
aquella adolescente me miró,
bajé los ojos aturdido,
se encontraba sola en el pasillo del parterre
entre olmos agotados a los lados,
abrazados por frondosas madreselvas.
Estaba sonriente, su mirada,
como la tierra que mis pasos
la marcaban con presurosas huellas,
descansaba en mí y me rotulaba,
yo enrojecía,
de soslayo quería que mis pupilas
pudieran abrazarla en un recorrido
de arriba abajo,
lleno de sensualidad cohibida.
Estos recuerdos me invaden presurosos
y me llenan de caricias mi memoria;
qué será de ti chiquilla me pregunto
y dejo pasar inerme el pensamiento,
permito que se vaya, mi mente en blanco,
yo continúo.

30 de junio de 2009

ÚSAME

Para Lola, de la cual quiero disfrutar siempre de su amistad, que es también usarla y nunca utilizarla.

ÚSAME

Cuando pierda, tantas veces,
el norte en mi camino
recordaré tu voz que decía:
úsame para mi oriente.
Cuando me invadan penurias
que no quiera recordar
que me ahogan la garganta
impidiendo el respirar
evocaré la palabra; úsame.
Cuando esa asfixia es un nudo
que atenaza fuertemente
y no me deja pensar
como obsesión brutal
que no desaparece
invocaré cual elixir
el que un día aconsejaste:
úsame estoy aquí.
Cuando me falten respuestas
a momentos tan jodidos
olvidaré lo intrincado
del problema que me agobia
simplemente gritaré
sabiendo que vas a escucharme:
úsame que yo te escucho.
Es la fórmula secreta
que para mí me guardo.
Nada me inquieta,
todo queda sosegado
pues tengo la total certeza
que si te preciso
sólo tengo que decir:
úsame.

1 de junio de 2009