Y FUERON HORAS, MINUTOS TAN HERMOSOS

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Y FUERON HORAS,

MINUTOS TAN HERMOSOS

Y fueron horas, minutos tan hermosos
los pasados junto a ti,
la fragancia de tu cuerpo
levantarse al aire
casi etérea, impalpable,
un beso,
ahora una caricia de tu pelo
enredado entre mi boca,
un suspiro,
se pasa el tiempo detenido
desde hace tanto tiempo
tantos siglos.
Una vez más se ha repetido
dos cuerpos unidos
solo uno,
y fueron minutos tan hermosos
quizá fueron solo unos segundos
uno minutos
eternos como el viento
y vinieron los besos
retorcidos entre un mar blanco,
una luz de penumbra que embriaga nuestros cuerpos.
Una sensación callada
y en silencio de nuevo,
un jadeo,
un beso enredado entre tu pelo,
un suspiro,
exhalas besos y fuego en nuestro vientre
y en silencio…,
otra vez más,
y en silencio…,
vienes , vienes en silencio.
Una respiración entrecortada de placer,
un suspiro,
un jadeo,
unos minutos,
un suspiro,
un beso,
unos minutos
y en silencio
es la hora siempre, eternamente en silencio,
terminamos.
La hora del sueño
y aún así tu cuerpo
envuelto en agua,
juego de placer,
sirve de abrigo,
un beso,
un suspiro
y mi mano entre tus senos
y tus dedos que acarician
en silencio
mi cuerpo,
sumidos, siempre, eternamente siempre
en silencio;
descansamos.
Y por último y finalmente
a esa hora
en punto y justo
a esa hora,
¡puntualidad asquerosamente inglesa!
a la hora en punto,
a esa hora,
se ha terminado.
De nuevo comienza el día,
uno nuevo,
en silencio un beso,
en silencio el agua,
en silencio salgo,
en silencio y de nuevo
comenzamos nuestras vidas.