PEPELUI

PEPELUI

Eres puro sentimiento,
a veces me contagias
cuando veo deslizarse suavemente
por tu mejilla ese cariño inmenso que tú tienes.
Te preciso. Necesito siquiera una vez
cada año ese abrazo
o la broma que repites y siempre a alguno
incluso a alguna le obsesiona;
yo la necesito, oírla, verla y tocarla
pues si no lo fuera no lo dudes
falta algo.
Y no quiero que falte más; nada más
es suficiente, con lo perdido: SUFICIENTE.
Siempre te noto próximo
dispuesto a escuchar cualquier “pajamental”
que el alcohol dibuje al aire
de cualquiera de nosotros
y yo el primero.
Preciso de tus tics repetitivos
pues si entonces no estuvieran
no soy yo
ni siquiera nosotros parecemos
Ver en tu caja de Pandora
que puedo encontrar la más de las extrañas herramientas
incluso ese condón que ya no necesito.
Quien sabe si viniera un apretón lascivo,
es obvio a estas alturas,
solo la Guti me aguantara y no precisa
Es un consuelo saber
que en un apuro
aquí cuento con un amigo
que de todo tiene
y casi nada echa en falta.
Yo si te echo en falta
nos vinieron encima
los cincuenta y cinco
Qué suerte la mía, eres mi amigo.
Salva, enero 2008