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Si te diera un suspiro de mi boca
vendrías junto a mí
tu palabra sería mi palabra
la senda sería idéntica
nuestras huellas marcarían el camino.
Todo, de verdad, sería diferente.
¿Vamos?
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Genial, Salva. Se marchara el profesor de saco y maletin. Sin embargo, se donde encontrarlo de vez en cuando.
ResponderEliminarYo seré más a mi estilo. Se marchará el profesor pero permanecerá siempre el poeta en algún recóndito lugar del mundo pero concentrado en esta maravilla de blog lleno de sabiduría, tiempo y cariñosa dedicación poética.
ResponderEliminarSobre el poema no tengo mucho que decir. Es magnífico y breve (admiro la poesía breve, decir tanto en tan poquito). Sublime, Salva.
Un fortísimo abrazo.
Gracias a los dos, André y Jael. Son de agradecer vuestras amables palabras y me alegra que os agraden estas humildes palabras que quieren ser versos.
ResponderEliminarGracias de nuevo y otro abrazo para ambos.
ME ENCANTA. TAN BREVE Y LO MUCHO QUE DICE.
ResponderEliminarTIENE SU NOTA JOCOSA, DIVERTIDO.
Como siempre digo, Anónimo, me encanta que te encante. Vuelve cuantas veces lo desees.
ResponderEliminarMis saludos.
Salva desde mi casa, sentada escribiendote, mirando el aspirador q me reclama con urgencia, sola sin hijos enganchaos a la teta, escuchando música, méandome por pereza de no subir las escaleras, dejando q pase el tiempo, tomándome mi relajo habitual, un martes normal...
ResponderEliminarDesde aqui y ahora te propongo hacer un objeto, pongamos un libro, uno con tus palabras, uno para tocar, tener cerca y poder leerlo sin un ratón...
Ahí queda eso cara queso, te beso.
Quien se apunta a darle forma?
Sobre ese tema tenemos que hablar.
ResponderEliminarYo pongo la palabra pero tú has de poner la ilustración.
¿Te apuntas? ¿Nos apuntamos?