EL ENGAÑO

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EL ENGAÑO

Mejor callar y nunca decir nada
que el tiempo fluya; soñar temprano,
que pasen estaciones,
te hacen compañía.
Deja de creer compasivas mentiras que leídas
asemejan ser ciertas en la lejanía.
Siempre fui de naturaleza taciturno,
me encerré mil veces en mí mismo,
quise creer lo que nunca fuera cierto
a fuer de repensar y leer donde nada hubo.
Construirme historias sin sentido,
ponerles el nudo e incluso el desenlace,
vivir en permanente estafa,
ser feliz al no saber descifrar la nada.

Quiero esperar el paso de tus pasos,
el toc-toc que me agrada imaginarlo,
la voz que alegra mi llegada,
el beso que llena mi venida,
la mirada imaginada que me escruta
aunque repito y yo me digo
todo se convierta en una farsa.

Total qué más da si soy feliz
pues disfruto no sabiendo
y el placer se hace cierto
aún conociendo
que todo es disfrute en este engaño
que son soñadas estas apariencias
de amor señuelo y de ternura falsa.

¡Qué más da!, me digo y me repito
¡Qué más da si todo es un embuste!