IMPRESIONES

IMPRESIONES

Casi oscurece,
mis pasos parecen perdidos,
no lo son,
me llevan como siempre
a cualquier querido destino;
el sol, quiere lamer las copas amarillas de los árboles;
los últimos destellos me acarician
y hacen como de lujuria su fulgor de brillos y de sombras
cuando saltan de ropa a piel sin mi permiso.

Algunas parejas buscan encontrar
sensaciones entre los dedos;
allá, un grupo recoge casi presuroso;
la tarde ya refresca,
noto como si fuera un frufrú que no es de seda,
a cada paso, hojas secas.

El último revoloteo y un saludo pálido
se oculta en aquel pajizo platanero,
busca su nido
y yo me expando,
sus tonos camuflan diminuto sonido
entre marrón y lívido y crezco en mí
y el pájaro me despide o me saluda
no sé qué hace
en este atardecer macilento de otoño
apenas lo entiendo,
ni siquiera me comprendo.

Sigo mi camino
pasos perdidos,
detengo mi deambular;
sosiego mi cuerpo en un banco;
brinca presurosa una pelota,
entre mis pies rebota,
anoto en la libreta,
en ella queda fiel reflejada la secuencia,
sigo mis pasos perdidos,
se despidió el sol,
apenas dijo nada
pero sentí en mi piel su hasta mañana.

Tardes aún cálidas de otoño
me acompañan
y me inundan sus colores,
sus olores…,
unas flores replantadas
acompañan mi presencia,
se hace tarde y de nuevo regreso.

Es otoño, ya lo dije, clavándose en mí estas impresiones.