HELENE

HELENE

A tu lado el ruido parece disimulo
tu sonrisa de abrazos compartida
que espero en espacios de tiempos imborrables
de verano a verano
de marzo a marzo, entre risas
o entre carcajadas,
o no sé cada cuanto espero
o deseo tenerte cerca
con tu abrazo fuerte y firme.
¡Qué feliz y alegre fue tu encuentro!
¡Qué dulce fue el verte bienvenida!
Aún recuerdo, mes de agosto,
y tu alegría cautivando, de felino disfraz nocturno,
sibilina caminabas…
¡Qué recuerdos!
Tu mirada escruta y tranquiliza
y da sosiego
mansa pues nada te inmuta
y si ocurre que así fuera en su pujanza
camuflado el fastidio queda
que apenas te acompaña siquiera un segundo.
Tiendes siempre sin sentir tu mano
en un silencio que parece compartir
esas miradas que ahí están
y las advierto que se cruzan de dulce sentir
hacia todos incluso a mí
y yo disfruto
contigo gozo, de tu presencia me recreo,
junto a ti tu aspecto da deleite
y permite que el suave transcurrir
de cada momento
sea regocijo y alborozo
que permite sin apenas percibirlo
dibujar en mi boca una mueca
de placer y de amor de conocerte.

Salva, diciembre de 2007