UNA TARDE DE DOMINGO II

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UNA TARDE DE DOMINGO II

Se escuchan silbidos de frío
arremolinados entre aspavientos de soledad
en una tarde de domingo.
Las voces de muchachos que gritan
en una atracción de feria
acompasan el gris del cielo.
Dibujos perfilados entre nubes
que cuestan descifrarles su sentido.
¿Qué me dicen?
Parece un tam tam que olvida
que recoge sobre mí tu boca desvaída
otras veces, es mi anhelo, plena de vigor y fantasía,
hoy ya se me hizo descuidada.
Tarde de domingo que solícita
vienes a mi lado
junto a mí pronuncias tu quejido
me acompañas en esta calma
habitúas en eterna y dilatada espera
cada minuto en este otoño húmedo.
Hoy te vi por la rendija imaginaria
de la ventana al mundo que yo tengo,
frente a mí me descubre lo no visto
de sueños eróticos donde en ellos
divisé tu cuerpo perfumado,
sentí tu sexo junto al mío,
lamí tu cuello y mi lengua
quiso conquistar lo que no fue suyo.
Me arremoliné junto a tu cuerpo,
fui feliz.
Todo fue sueño.
Contento, alegre, satisfecho sueño.

UNA ESTRELLA

UNA ESTRELLA

Te he reconocido, apenas nada sé de ti,
escasamente una sonrisa;
la voz danzarina entre melodías perdidas
que acarician el oído
de quien quiere escucharte;
fuiste un sueño de anhelos terminados
que buscaron un yacer que nunca ha sido;
colores apagados de fondo,
tus ropajes diluidos desatienden la justicia;
tus sienes balbucientes indagan mis caricias
de un beso que imagino en sueño confiado.
Tus ojos me hirieron en mirada quebradiza,
tus palabras me llamaron al recogimiento.
Hoy pronuncié tu nombre para mí,
apenas dos sílabas,
atronaron recias en el silente crepúsculo
que anocheció sin darnos cuenta;
tus labios en delirio me buscaron,
tus manos delinearon mi cuerpo;
quise advertir que tú me poseías,
me abandoné dichoso en la apariencia,
embeleco fue, mas no por ello rehusado.
Hoy una estrella callada escribió tu nombre
la quise tomar entre mis dedos.
Huyó remota y fui tras ella.

INVIERNO. FUE EN INVIERNO

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INVIERNO. FUE EN INVIERNO

Una boca oscura de deseo
seguía opinando que tal vez,
era la mía.
El revuelo se soltaba por la calle
yo embutido en mi bufanda
apenas dejaba escapar mis ojos detrás de ella
¿Pero existes?
El vaho dejaba la huella de mi paso,
el frío atenazaba el ambiente,
mis dedos estaban ateridos
ni sentía tu cuerpo junto al mío
llenos de deseo de ti que en ti pensaba.
Fueron apenas dos segundos
hicieron maravillas,
fueron eternos,
¿Recuerdas?
No puedes, ¿fuiste sueño
etéreo del tiempo ido
amada que apenas aún te siento?
¿Pero existes?
Presente te hallo a cada instante.
Cada mañana con el sol
vienes con su fulgor a hacerme compañía
por esa misma ruta cada día
me acompañas, sopor amado,
mis ojos escondidos
detrás de esa ropa que es mi abrigo,
inspeccionan hasta el aire,
dulce ensoñación, eres mi quimera,
te respiro para así
hacerte mía;
no importa cómo, ni importa como seas,
qué placer sentirte solo mía.
Fue en invierno, ahora lo recuerdo.

ROMANCE CUANDO FUERON VEINTICINCO

Foto montaje: Joaquín Sanz

ROMANCE CUANDO
FUERON VEINTICINCO
PARA ELENA Y FLOREAL

INTRODUCTIO

Ay señoras y señores
la que les voy a contar
es historia diferente
es un trovo singular
los amores sucedidos
entre una linda chiquilla
y todo un honesto zagal
que por nombres les pusieron
doña Elena y Floreal.
Los amores iniciaron
en un lejano lugar
al sureste de las Francias
donde se habla el provenzal
y el escarceo amoroso
quisieron continuar
en Ariño (Sierra d’Arcos),
mi pueblo, no hay otro igual,
donde toma fundamento
y se hace prencipal
el flechazo de Cupido
y lo que sintió Adán.
Hete aquí que ya pasaron
sin la conciencia tomar
un cuarto de siglo entero
veinticinco años ha
que si querís es lo mesmo
u casi acojona más
pues cada añada que pasa
su silencioso pasar
una arruguica que marca
en medio del antifaz



LAS OFRENDAS

Los aquí ya reunidos
amigos de siempre y más,
los Chalecos que nos dicen,
us queremos ofrendar
como recuerdo del paso
d’este tiempo especial
a cada cual lo que toca,
según su capacidad,
que sea como un recuerdo
y que os pueda arrancar
del corazón la sonrisa
y el amor de la amistad
quede perenne grabado
mu adentro a cada cual
la huella que nunca nadie
la ha de poder borrar:
La amistad de los Chalecos
que nos une de verdad.


OFRENDA PRIMERA
LA DE ELENA

Eres la dulce gatita
abre esta ofrenda primera
escribe alegre en el viento
miles de palabras bellas
la pasión de la distancia
el fulgor de una estrella
las formas del arcoíris
el susurro de un poeta
no importa sea Verlaine
tú misma elige cualquiera.


OFRENDA SEGUNDA
DE FLOREAL

Esas palabras que el viento
deja plasmadas Elena
te dejan alborotado
y no sabes detenerlas
conviene que estés tranquilo
y pares cuenta en ellas
para domar con sus púas
tu despejada azotea,
la desordenada nieve
que alborota y te blanquea.


OFRENDA TERCERA
DE NUEVO ELENA

Se escribió la dulzura
y quiso esconderse entre el clarión
pero no pudo.
Un beso, una caricia,
el paso silencioso de un año tras otro
y no pudo contenerse,
precisó dejar la huella
efímera del puro sentimiento
allí trasladó por segundos eternos
lo que mirábamos absortos
de reojo
y tú sonreías,
para comenzar de nuevo.
Dibuja en ella la palabra:
TE QUIERO
todo será sencillo
más fácil, más ligero
más claro, más preciso.
Es sencillo, prueba, escribe:
un sencillo TE QUIERO


OFRENDA CUARTA, FLOREAL DE NUEVO

Nada puede dejar más limpio
que tu mirada, tu amistad
pero insistes tanto..,
es tu oficio,
pero usarás a fuerza de hacernos sufrir
su paso una y otra vez,
“raca, raca” ¡qué horror!
por nuestra boca
limpiaremos así
los restos de opíparas cenas
llenas de amistad en tu compañía
o iremos contigo
a tu despacho
y allí con unas friegas
y un vaivén lleno de energía
sacarás el brillo necesario
aunque igual precisamos
ponernos la otra dentadura
de repuesto.
No es problema,
al menos quedarán los dientes
bien limpios.

OFRENDA QUINTA,
LA ÚLTIMA PARA ELENA

Igual precisas dejar pintado
el color de una nube
el sabor de tu sonrisa
el mirar difuso de tu proximidad
o pudiera ser que es del todo impreciso
clarear más nuestros sentimientos hacia ti
son así de simples,
con esta ofrenda extiendes
uniforme
tu cariño que deseosos recibimos.
EXTIENDE, EXTIENDE, EXTIENDE
una y otra vez
sobre la superficie de nuestra presencia
nosotros solo recibimos.


OFRENDA SEXTA
LA ÚLTIMA PARA FLOREAL

¿Qué nos vas a arrancar
que ya no sea tuyo?
Puede ser que en el devenir del día
sólo frente al paciente
te encuentres sin el instrumento,
aquí lo tienes
haz firme uso de él
y que no sufran
más por si por casualidad
yo fuera como otras veces
y precisara de tus doctos manejos
que los dioses del Olimpo
me libren
de tamaño instrumento
y prefiero padecer flemones
infecciones y tomar papillas
que no introduzcas en mí
tamaño instrumento.

CONCLUYENDO
QUE HERMOSO ES TENEROS,
DEJADME HACEROS UNO

Que hermoso es teneros
y contar entre nosotros,
cerca, muy cerca
tu presencia, sois dos
dejadme haceros uno.
Mirar tus ojos, vuestros ojos,
limpia la mirada, tu mirada.
Ha pasado el tiempo
y yo a tu lado
a vuestro lado, como cada verano
veinticinco y me has dejado,
nos habéis dejado
disfrutar cada mes de agosto,
de ti,
de vosotros, con vosotros.
Conmigo.
A tu lado,
dejadme haceros uno.
Hemos deseado exprimiros
y haceros nuestros. Hacerte mío,
de nuevo otra vez
dejadme haceros uno.
He visto en tu mirada
la sencillez del pájaro que canta,
dejadme haceros uno,
y su nota llenarme de alegría.
He creído sentir dentro de mí
una caricia dulce que me llena de consuelo
un paso quedo que acompaña
cada movimiento a tu lado,
a vuestro lado
dejadme haceros uno.
Veinticinco y no son nada
pues se hicieron feliz
cada segundo
su discurrir fluye
en tu compañía
dejadme haceros uno.
Quiero hacerte llegar
cada palabra llena de sentido,
dejadme haceros uno,
y extender su sentido a cada uno
de este grupo que comparte,
compartimos el mismo sentimiento
sentimos lo mismo
son los veinticinco, o más…,
quiero trasladaros, trasladarte,
dejarme haceros uno
TE QUIERO
OS QUEREMOS
OS QUIERO
Que quiero contar siempre con vosotros,
Contigo,
Dejadme haceros uno.

APENAS UNA RÁFAGA DE TIEMPO

APENAS UNA RÁFAGA DE TIEMPO


Apenas una ráfaga de tiempo
diluyó la espera de cuarenta
y fueron sencillos pasatiempos
de charla o de naipe, de canto o de caricia
de un estío tras otro
y son ellos
esos entretenimientos
que siempre esperan y callados nos reciben.

Somos firmes y en grupo somos fuertes
las ausencias el grupo nos hace llevaderas
la lágrima convertimos en sonrisa
para no padecer y sufrir
lo que siempre ha sido nuestro
convertimos en presente cada segundo de recuerdo
que guardamos en imagen de papel
o vivencias de memoria
muy dentro nuestro, muy dentro.

Nos buscamos en acento inevitable
de esta tierra curtida en negro de azabache
en paisaje que, cada año, apenas reconozco
cantamos al aire nuestras penas
los males espantamos con los gallos
que incluso al alba dejan su aposento
al lado nuestro, justo al lado.
Una ráfaga de tiempo,
apenas una ráfaga de tiempo
que impregnó la paleta de la vida
pintó con mil colores
cada cual un dibujo en su tono
algo diferente al otro para hacernos un conjunto
así a lo lejos haciendo perspectiva
vemos lo que un día vimos
nos ciega su luz de placer infinito
deseado y buscado cada año
aquí venimos, aquí nos encontramos
aquí deseamos hacernos nuestros.

Es una dosis de puro placer que nos envuelve
es un vicio necesario que se hace inevitable;
es la luna que deviene a cada noche
e ilumina mis pasos ya cansinos;
es la nube que me deja en mí
caer sus gotas
hace crecer dentro de mí su sentimiento;
es como la bruma pasajera
que da la luz postrera tras su huída
acoge en mi seno su tremendo silencio;
es el sol que ciega a la mañana
y abrasa las gargantas
los mediodías insufribles;
es el espacio de su sierra
que tumba su verde seco en montoneras
de cascajo y tierra infértil en orden y desorden
poco firme y extensa amontonada;
es el olor que me embriaga
del romero y del tomillo;
es la abeja que liba y que me guarda
su trabajo para mí ya prohibido;
es la picota de su torre
que tumbada de deseo inclina su mirada al visitante;
es el deambular sin son y sin concierto
por calles en pendiente y caracolas dibujadas
por la ladera del monte crecido
con el tiempo de años de primicias
en sus pies extensas;
en esta corte de un rey inexistente
corte se me hace que es de maravillas
crecimos, hemos crecido, crecemos,
expandimos, lejos, al aire de la tierra
la simiente que el tiempo la germina
la hace crecer y opone al tiempo
nuevos rostros y enfrenta
la mirada a quien quiere mirar,
extasiar el pensamiento
el recuerdo de niñez, de una adolescencia
de la juventud alejado de su manto.

Apenas una ráfaga de tiempo,
cuarenta que se fueron
casi en un suspiro.
Dentro de mí,
seguro dentro nuestro,
ha dejado impresa
con su paso
la huella del amigo y de la amiga
el andar firme del seguir unidos
el sosiego del abrazo
la paz del beso en la mejilla,
la mirada amable del amigo,
el recuerdo escrito en la memoria
de las risas y el encanto
de veladas largas, muy largas…

Son cuarenta tanto tiempo
si lo miras amiga, amigo
apenas, casi apenas
no fue nada,
apenas una ráfaga de tiempo.